Talents Guadalajara
Raúl Fuentes, director de la película “Todo mundo tiene alguien menos yo” Raúl Fuentes, director de la película “Todo mundo tiene alguien menos yo”

Homosexualismo: poder y desamparo en el filme de Raúl Fuentes

Por Mabel Machado

 

En su ópera prima el director mexicano Raúl Fuentes ha intentado construir un texto audiovisual inmaculado y de profundo substrato filosófico, algo que puede inferirse de la belleza de las imágenes y el trazo de cada línea de diálogo. Sin embargo, la película, que se presenta en la competencia de Largometraje Mexicano de Ficción en el Festival de Guadalajara, se ha quedado a mitad de ese camino y algo distante de representar la auténtica naturaleza y complejidad de un romance homosexual en nuestros días.Read More

Todo el mundo tiene a alguien menos yo, parte de un guion con ambiciones poéticas que sobrepasan las soluciones que el director tuvo a mano a la hora de llevarla al celuloide. Las referencias a Fernando Pessoa, Hegel, Foucault y otros muchos autores paradigmáticos de la historia de la literatura y la filosofía universal, conviven en la cinta como un collage de axiomas poco ordenados. El manejo exagerado de la hipertextualidad entorpece la narración en lugar de apoyarla. Ni los intertítulos ni los fragmentos de poemas leídos o recitados son lo suficientemente contundentes y precisos para aclarar determinados momentos conflictivos o clímax de la trama, con lo cual, la cinta padece la enfermedad del hermetismo que vuelve casi impenetrables el mundo interior, las relaciones de los personajes principales y la comunicación de estos con quienes observamos del otro lado, en la oscuridad y el silencio de la sala.

Fuentes no justifica algunas de las acciones o decisiones de mayor peso para las protagonistas; ocurre con los procesos de enamoramiento y ruptura amorosa, los cuales resultan demasiado repentinos en la cinta. El patrón de seducción (encuentro en un lugar público, conversación sobre una lectura común, etc.) se repite como recurso ilativo, abre y cierra el círculo que caracteriza al personaje de Alejandra; pero este elemento de escasa verosimilitud la ubica mecánicamente como objeto del deseo de cualquier mujer que pueda detenerse a mirar junto a ella los estantes de una tienda de libros o de discos.

El tema lésbico no escapa a los esquemas de representación predominantes en este tipo de historias: las mujeres que se enamoran de otras mujeres son hermosas y poderosamente tentadoras, constituyen sujetos marginalizados o incomprendidos por el resto de los “normales”, confundidos, inestables, ahogados en sus frustraciones .

Más que una demostración de rigor dramatúrgico, la estructura narrativa compleja del filme (regresos del pasado al presente y viceversa) se pone en función de remarcar la turbia psicología de los personajes y la intensidad del drama múltiple de ser gays, mujeres y amantes en edades diferentes.

En Todo el mundo… corresponde a terceros remover las esencias más recónditas de los personajes protagónicos, como es el caso de la escritora fallida, quien anticipa de cierta manera el desenlace de la historia al revelar la debilidad de Alejandra ante la seducción de una mujer hermosa, y, al mismo tiempo, la poca solidez de su amor hacia María. Puede inferirse de aquí que Alejandra ha desatado el conflicto principal (persuadir a María de experimentar una relación homosexual) por mero capricho o por pura necesidad afectiva y sexual.

El blanco y el negro de la imagen de la película funcionan de alguna manera como una referencia a la fotografía artística clásica y, hasta cierto punto, también podrían interpretarse como alusión implícita o tangencial a la alta cultura (las protagonistas, por su parte, hablan de visitar New York, acuerdan encuentros en galerías, recitan versos de Whitman). A su vez, los ardides de Alejandra para lograr su objetivo de conquistar a María quizá tengan que ver con la idea sugerida de que la inteligencia y el capital cultural de determinadas personas son cartas de crédito para influir sobre otras, para seducirlas, enamorarlas, impresionarlas y ganarse su admiración.

Resulta que este mito del refinamiento intelectual como baluarte de la invulnerabilidad o como símbolo de primacía ante el otro se quiebra o se desvanece constantemente en la película de Fuentes: Alejandra lleva a María al cine a ver una película que no ve nadie, pero cede ante las provocaciones de la adolescente y termina haciendo el amor con ella en las butacas sin importar el contexto. Está convencida, como Foucault (el personaje se refiere a este autor en varios momentos del filme), de que el ejercicio del poder puede producir tanta aceptación al punto de ser deseado, pero acaba acatando (se somete a la influencia de la escritora) y cediendo (ruega a María que regrese con ella).

Algunos elementos de la fotografía y la música también pueden interpretarse como acentuaciones de las personalidades opuestas de María y Alejandra (una liberal, ligera y transparente; la otra enigmática, tímida, posesiva). La escena, específicamente el cuadro en que mejor se logra este propósito, las ubica a ambas de espaldas a la cámara, dejando ver al centro del plano las lozas de un piso que simulan un tablero de ajedrez. Por otro lado, la banda sonora incluye la música disco y punk que baila María en contraposición con la que prefiere Alejandra. La dirección de arte y el vestuario también contribuyen a esta contraposición de caracteres al elegir, por ejemplo, para María, el pelo rubio y la ropa casual, y para Alejandra el cabello negro y los vestidos formales.

Pareciera que en Todo el mundo… Raúl Fuentes hubiera deseado volcar la mayor cantidad de experiencias artísticas y técnicas que lleva en su equipaje de cineasta. Este, sin embargo, parece -luego de una primera lectura- el mayor desacierto de su película.


 


Mabel Machado

 

Mabel Machado López

Crítico cinematográfico

 

Licenciada en Periodismo por la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en 2009. Trabaja como profesora del Departamento de Periodismo de la propia Facultad y como reportera para La Jiribilla. La mayoría de sus artículos y entrevistas han aparecido en las ediciones electrónica e impresa de esta revista. Colabora con las publicaciones Diario del Festival de Cine, La Corchea, Cubadisco, Revista de Nuevo Cine Latinoamericano y El Cañonazo. Otros medios como Herencia Latina, Lettres de Cuba, Granma, Le Grand Soir y Rebelión, han republicado o traducido algunos de sus trabajos. Durante el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano en los roles de reportera, realizadora y guionista, ha integrado el equipo del noticiero del evento que trasmite el Canal Educativo de la TV nacional. Participa con regularidad en la cobertura de eventos cinematográficos, como las muestras de Nuevos Realizadores e Itinerante de Cine del Caribe y los festivales Cubanima y de Cine Francés. Ha coordinado dossieres que La Jiribilla dedicada al séptimo arte a propósito de estrenos de filmes, aniversarios y eventos relevantes. Ha vencido cursos de Historia del Cine y Antropología Visual.


Todos los derechos reservados ® PFICG | Patronato del Festival Internacional de Cine en Guadalajara | Marca registrada.